En portada: Verónica Méndez Magaña, primera mujer presidenta del Aeroclúster de Querétaro.
Es la actual presidenta del Aeroclúster de Querétaro y la primera con esta posición a nivel nacional, gerente de Ingeniería de GE9X en GE Aerospace México.
Salvadoreña de nacimiento, mexicana de corazón, como se autodefine con una amplia sonrisa, Verónica Méndez Magaña, actual presidenta del Aeroclúster de Querétaro y la primera con esta posición a nivel nacional, gerente de Ingeniería de GE9X en GE Aerospace México.
Es una convencida impulsora de la equidad de género y del liderazgo humanista dentro del sector aeroespacial.
Entrevista
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Verónica, eres la primera mujer presidenta de un Aeroclúster en México, ¿cómo ha sido tu camino?
Estudié en Monterrey Ingeniería en electrónica y luego me vine a Querétaro. Aquí empecé a trabajar en la industria automotriz donde permanecí 11 años, tuve a mi primer hijo y casi tomo la decisión de irme como mamá que se queda en casa y descubrí que no, no era lo mío, no era mi vocación, así que entré a General Electric Aerospace y llevo casi diez años. Mucho pasó, pero empecé a ser la representante de Gearspace como consejera en el Aeroclúster de Querétaro y ahí conocí a Antonio Velázquez, su director, y la verdad fue un clic de trabajo en equipo instantáneo.
En una cena de fin de año del clúster como equipo del consejo directivo para hablar de los logros y retos, durante una plática informal y con la complicidad de mis colegas hombres surgió el tema: “¿Te interesaría ser la siguiente presidente del aeroclub?”, dije: “¡pues claro que sí!”.
Y es que hay algo que me llama mucho la atención: en México crecemos como plantitas silvestres, porque tenemos el ambiente propicio, pero ahí vamos hacia donde se puede y como se puede. Nos falta de repente un poco de ruta y de estructura para tener un crecimiento más focalizado hacia donde nos conviene como estado, industria o país, así que me llamó la atención poder tener una influencia y una voz autorizada dentro del rubro del desarrollo aeronáutico del estado y del país y tengo que ser honesta, sí me motiva mucho ser la primera mujer en esta posición, la mujer que no pensaba igual.
Y es una motivación porque tengo dos hijos, un hijo y una hija, y desde chiquitos me decían: “¡Ay qué simpático!” y de mi hija:”¡Ay qué coqueta!” y yo pensaba: ¡Son iguales!, ¿por qué tienen una etiqueta distinta? Así que esto de poder hacer el statement de que somos igual de capaces, no mejor, igual de capaces, me hace notar que somos iguales, pero en empaques distintos, eso para mí es una motivación muy grande.